Unos tienen la fama y otros cardan la lana. Y digo esto refiriéndome a estos pasos ocultos a los cardumenes de montañeros que buscan al grande, al Aneto
Cuando hace siglos decidí acometer la empresa de completar en un mes los tresmil del Pirineo en solitario. Esta zona fue la que mas nervioso me puso, no por lo complicado de ascensos o verticalidades de sus pasos. Lo que me complico la tarea, fue lo fácil que es desorientarse y liarse en este mar de rocas, amontonadas como si el hijo de un gigante hubiese decidido dejar de jugar con ellas y no recogerlas